viernes, 25 de enero de 2008

ACERCA DE LAS ADICCIONES... O DEL CINE Y SUS LIMITACIONES

Es curioso que entre los temas mas frecuentes del ultimo tiempo, las cintas actuales han tendido ha poner el tema de la drogadiccion entre sus favoritos. Con menores o mayores dosis de talento, inteligencia y audacia, el cine de los 90’s salio del tema de los gangsters de la droga y se sumergio en la experiencia mas subjetiva del adicto mismo, algo a lo que historicamente Hollywood no ha sido muy cercano y en el que su exponente mas tempranero seria esa pelicula de Sinatra ( en su major papel por lo demas) "El hombre del brazo de mimbre" acerca de la adiccion a la heroina.
Es curioso por que quizas sean poco los temas que se presten mas para la metaforizacion y que presenten una dinamica dramatica mas emotiva y matematica que la de las adicciones. Insolito cuando uno piensa que la cinefilia es mas alla de un fetichismo una adiccion en si misma. Siendo que el posmodernismo nos ha privilegiado con una sensibilidad autorreferente, aun no ha aparecido cineasta alguno que haya explorado con agudeza este tema de profundos alcances.
Y con la adiccion me refiero no solo a las que son del tipo farmacologicas o las ilegales o condenadas socialmente, la adiccion en si misma es un fenomeno de incalculables aristas metafisicas que hablan tanto del individuo como de su sociedad, no tanto en lo que se refiere a lo civico como a lo ontologico, las necesidades y sus dinamicas son de por si el motor que mueve y ha movido a la dramaturgia clasica: El efecto lirico que supone una necesidad que no puede ser pospuesta (la unica manera real de medir el deseo) solo aumenta de manera proporcional el poder de tal representacion.
Despues de decadas de filmes condenatorios y simplistas, el tema de la drogadiccion paso a ser un tabu mas junto al sexo, cayendo en banalizacion burda o cintas de ensayo y vanguardia. En los 70 y 80 se vio un regreso a las proximidades de este fenomeno, sobre todo la vida del traficante ya sea glorificado o utilizado como elemento ejemplificador moral, de alli salieron muchas y hasta grandes peliculas, pero ninguna en definitiva se atrevio a tratar el tema en cuestion de manera profunda, tal vez por que la adiccion es un proceso interior (reflexivo) mientras que el trafico es uno activo: El cine tiende mejor a demostrar la accion que la reflexion y por lo tanto hay elementos cinematograficos que a su vez han atentado con buscar nuevas formas de expresion visual de dicho flagelo.
No hay tal vez tema mas ductil y a la vez inasible que este. Ductil por que sus conductas son aplicables y asimilables grandes porciones de nuestra vida diaria que no procesamos como tal. Inasible entre otras cosas -si esta no bastara- en la falta de originalidad de las metaforas ocupadas, entre ellas la mas facil y sobreusada: La TV.
Los ejemplos mas paradigmaticos podrian ser dos cintas que han tratado de forma seria de entretejer nuevos enfoques y reflexiones que nos lleven entender esta conducta y todos sus ejes anexos: "Traffic" y "Requiem for a dream"
La primera con un cierto tufillo a deber civico y con simplificaciones que solo Hollywood se permite y que el el mundo percibe como veracidad documental. La segunda no es mas que un catalogo de efectismos visuales para una cinta que al parecer fue redactada en alguna convencion republicana ultra reaccionaria.
Ambas como cintas son interesantes, validas, pero no exhentas de defectos conceptuales mayusculos.
Aparte de favorecer a una caricaturizacion que una representacion, la premiada cinta de Sorderberghno cesa en un racismo -espero-involuntario, donde los malos nunca son blancos, si no que al menos tienen un tono etnico. Pero sobre todo carece de punto de vista, tiene tres, pero no queda ninguno. Por todo lo que tiene de valorable en cuanto a comprender el contexto mayor en que se maneja el trafico mundial, por mas que se agradezca el tono sobrio, donde se desdibujan los limites entre malos y buenos, Traffic es una cinta no solo fallida, sino que si comparada con la serie que la inspiro, la miniserie de la BBC "TRAFFIK" es un pie de pagina. En aquella miniserie hay profundidades y tonos de gris que Soderbergh aun no maneja. Por mas que sea un cienasta talentoso y la niña linda de los criticos americanos, esta lejos de los grandes cienastas, aun le falta punto de vista.
"Requiem para un sueño" se hunde en su supuesta originalidad y transgression que no es mas que un discurso moralista disfrazado de mal video clip. De Nuevo aca se recurre al viejo cliché de comparar a la TV y las drogas, valido y hasta correcto pero nunca novedoso, menos aun como lo propone Aranofsky, donde sus personajes son maquetas de una adiccion que el ve como gran revelacion y que no son mas que la repeticion de modelos ya masticados y que apestan a prefabricado y a una predisposicion que lo convierte en el cineasta mas manipulador y simplista del momento. Por todo lo que ofrece de orgia visual y retorica oscura, su cinta debiera ser clasificada para la estanteria de productos de propaganda de gobierno.
que otras peliculas se han acercado a este tema con claridad y compasion?
Investigare.... para eso estamos.

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