viernes, 25 de enero de 2008

Humano... demasiado humano. Salo de P.P. Pasolini

Humano, demasiado humano:


Revisar la ultima cinta filmada por P.P. Pasolini, requiere hasta el día de hoy altas dosis de tolerancia y paciencia, no por que esta sea una película especialmente aburrida o pretenciosa, si no por que hasta hoy sus imágenes poseen un poder de shock, inigualado por ninguna otra película, No solo por sus imágenes; crudas, terminales y feroces, si no por sus convicciones y rigurosidad, que hacen su visión un verdadero ejercicio de aguante. No serán pocos los que renuncien a medio camino, y no habría que culparles, es esta una película que efectivamente impresiona.


A más de treinta años de su estreno, "Saló o los 120 días de Gomorra", la versión fílmica de la obra del Marques de Sade, interpretada por aquel coloso del cine italiano que fue Pier Paolo Pasolini, mantiene aun el trono de ser quizás la película mas fuerte y de difícil asimilación que nos halla dado el celuloide hasta nuestros mismos días. De cierta manera perversa, se podría afirmar que no ha perdido un ápice de su validez o que "ha envejecido bien" Otras obras de Directores serios que trataron temas similares como Kubrick en "La Naranja Mecánica", si bien aportaron algo han envejecido y perdido todo su poder de shock. Por todos los meritos que una cinta como la de Kubrick tuvo, es difícil imaginar a alguien hoy por hoy escandalizándose por sus imágenes o alguien a quien genuinamente le sorprenda su llamada "ultraviolencia". Después es mejor no hacer memoria, puesto que lo único que se viene a la memoria son pavadas de escolares, ansiosos de shock pero solo estético (Peter Greenaway, vendría a ser su estandarte), y todas las burradas que la cultura pop de cuando en cuando nos vende como polémica. Así y todo nadie se ha acercado a la rigurosidad y vigencia, de este muestrario de la miseria humana, como en esta cinta, puesto que en el caso de "Salo" lo explicito de sus siniestras imágenes, no es gratuito -todo lo contrario- en el horror que efectivamente estas provocan, radica la gran diferencia con otras cintas que han intentado de una u otra forma graficar el fenómeno de la violencia y sus alrededores; desgraciadamente en su gran mayoría, estas cintas terminaron por anestesiar y crear tolerancia. Lo que a su vez, resulta tanto más peligroso, que aquella violencia que efectivamente sacude o conmueve.

DEL CUERPO COMO CAMPO DE CONCENTRACION:

Si de algo nos ha servido la obra de Sade, es en cuanto nos ha confirmado que -aparte de que las líneas del placer continúan en las del dolor- el cuerpo al igual que un mapa, es un territorio conquistable y utilizable para la experimentación de las dinámicas del poder y el sometimiento (similar a la idea Budista, de que en el cuerpo radican los inicios del sufrimiento). Abrazando un concepto de campo de concentración que se refiere mas que nada al modelo nazi-fascista de estos; pero anticipando desde ahí, que los horrores no se dividen entre los de izquierdas y derechas; si no que estos le pertenecen a un ideario colectivo del dolor y en definitiva a la miseria común a la raza humana y a sus deseos constantes de hacer prevalecer un principio moral sobre otro, (por cierto sin que este deseo se vea coartado por los mismos principios que se dice defender). La idea del Poder va entonces mas allá de su significado político, para entrar de lleno al terreno más abstracto de la obra del divino Marques. Pasolini que con todo lo creyente que fue, nada tenia de ingenuo, vio con anticipación y sobrecogimiento como el ser humano cede espacio a sus más macabros instintos. Siendo asimismo, entre muchas otras cosas, premonitor de realidades tan ciertas hoy en día como la del Estado como dueño y administrador de las libertades individuales. Es cosa de ver como actualmente el gobierno de Bush, como medida urgente ha solicitado la cancelación de varios programas de aborto, o si no la famosa y eterna Guerra santa contra las drogas, como para darnos cuenta de que el estado ha tomado posesión de nuestros cuerpos, los cuales más que en templos se han transformado en calabozos en carne viva, de los cuales no podemos disponer, sobre la base de las ideas del bien común. En el estudio de las posibilidades del triunfo del fascismo (o de toda ideología fundamentalista) Sade ya nos había advertido los peligros de tal perdida de libertad.
Tome nota: Si el cuerpo es un templo, existe solo para ser conquistado y ultrajado.

PARAISO INVERTIDO:
Teatral en su planteamiento, dolido en la mirada, riguroso en la narrativa, tal como muchas cintas de la época, su lógica implacable sin embargo hace de Salo, quizás la cinta más valiente y coherente del siglo pasado, su catalogo inacabable de miseria y tortura no esta ahí para complacernos ni para shockear, si no para conmover y causar genuino dolor; Más perturbador aun es el hecho de que incluso la violencia física llega a verse disminuida cuando se le compara a las complejas miserias morales de sus protagonistas y en definitiva a las de un cineasta que ya había perdido la fe; No poca cosa en el caso de Pasolini unos de los católicos más fervientes y sui generis de la historia. De hecho este filme se podría decir que versa sobre la idea del "Paraíso invertido" -en su versión más Bíblico-Apocalíptica- y en donde la esfera de los instintos humanos termina por triunfar, de paso demostrando que lo que nos hace humanos, es precisamente la capacidad de crueldad, no la idea "humanista" ingenua que no solo triunfaba en la Europa de entonces si no que hasta el día de hoy generaciones de neo hippies siguen jurando a pies juntos. Y en esto tanto Sade como Pasolini sabían a lo que iban. El Marqués ya nos lo había sugerido en tantos de sus escritos: No es en las posibilidades de la bondad y la pro conservación las que definen los limites del ser humano, si no su capacidad para inflingir dolor y ejercer poder sobre otros por tales medios. Es esto lo que nos diferencia de los animales y lo que por tanto nos hace "humanos."

FE Y POLITICA:
Es mucho lo que ya se ha escrito acerca de este comunista, teólogo, filosofo, semiólogo, filólogo, poeta, pintor, escritor, periodista, ensayista, opinante profesional y amante del fútbol entre otras cosas. Pasolini, quien vivió tratando de dar forma teórica a sus múltiples y contradictorias obsesiones llegaría a ser principalmente conocido por la trilogía que tal vez lo definió ante la opinión publica: Marxista, Homosexual y Católico. (así, con mayúsculas).
Pocos cineastas tienen o han tenido el suelo moral desde el cual Pasolini estableció su discurso o la fuerza de las convicciones que este profeso en vida. Para él; Arte, Religión y Política fueron tres aristas de un mismo fenómeno que le resultaba indivisible, una especie de credo religioso superior, que amalgamo las preocupaciones del área mas progresista de la intelectualidad Europea de la época, la cual por cierto acomodo a su radical agenda.
Pasolini ya se había para entonces despachado un par de obras fundamentales del cine de la época, y su obra anterior "Teorema", había unido casi de manera simbiótica dos de las preocupaciones más fuertes de Pasolini: la religión y la política, pudiendo aquella ser la única película Católico-Marxista de la historia del cine. Obra transgresora y desesperada, aparte de ser una de las películas mas logradas de su realizador, indicaba el camino que seguirían sus particulares obsesiones. Teorema seria la ultima de sus películas que trataría la fe como un fenómeno posible y/o deseable; el vacío espiritual en "Saló" es por tanto doblemente brutal, pues si bien se veía que el cinismo ganaba terreno en su obra fílmica, nadie imaginaba que la continuación a esas preocupaciones tomaría formas tan extremas como las de Salo, ya que no es este un cinismo de estilo, si no que la completa corrupción de los deseos frustrados que Pasolini quemó en vida.

EL CREYENTE
Pasolini fue un ave rara, un intelectual sofisticado de raigumbre popular mezclado con un ardoroso creyente y no sólo en lo que se refiere a términos religiosos; sino en el mas sentido y profundo alcance de la expresión. En ese detalle radica aun más lo emotivo que resulta ver como Pasolini quien partiera filmando cintas como "Accatone" o "El evangelio según San Mateo" llego en el fin de sus días a tener una visión tan desesperanzada y terminal del mundo. La metáfora es tan clara, como brutal y su simbolismo no deja de ser irónico. Esta cinta estaba destinada a ser su ultima película, puesto que resulta difícil imaginar en que caminos podrían haber continuado sus reflexiones. Salo aparece como el paradero final de una historia escrita de antemano.
Luego de su estreno, Pasolini seria asesinado en confusas circunstancias, crimen que incluso hoy, no ha podido ser del todo aclarado, así de paso agigantando aun más los ribetes de personaje mitológico que ya llevaba sobre sus espaldas, y así en definitiva dejando al cine sin uno de sus mayores, mas debatidos y complejos apóstoles.
Visto en perspectiva, tal vez más desolador que sus propias imágenes, sean la indesmentible desesperanza y desesperación de un personaje como Pasolini, un intelectual serio, comprometido, contradictorio, asertivo, atormentado, culto, sensible, intenso (tal vez demasiado) y militante de causas perdidas que trazan su vida como un acto poético, antes que político, y así como cuestionables son y fueron sus planteamientos, su imaginario sigue plenamente vigente, tal vez hoy mas que nunca.
Esta es una cinta importante, -sin ser perfecta- no solo por su "shock value" o como obra cinematográfica mayor, si no aparte como documento de un artista que en su compromiso y radicalidad, se consumió en vida, llevándose consigo su lirismo y sus convicciones acuestas, asistiendo nosotros así, como testigos privilegiados de esta especie de Bonzo artístico-político. No deja de ser importante volver a mencionar el aspecto político militante de Pasolini, puesto que pone no solo su trabajo en perspectiva y ayuda a entender tal vez su terrible asesinato, si no que aparte, explica como el mismo Pasolini se vio a sí mismo mucho antes como un Político que como un artista. Otra cosa es que cada uno de sus "panfletos" resultara en cintas de un lirismo subyugante, que es solo la consecuencia del innegable e irrefrenable talento del italiano. Esto me ha llevado incluso a tener la impresión personal, de que esta situación le llego a causar cierta impotencia frente a su obra, que ante sus propios ojos no cumplía con "objetivos prácticos".
Así como Pasolini ha fallado en su pretensión de que la gente saliera del cine a inscribirse al P.C.; a cambio ha triunfado sin duda alguna, en cuanto que sus imágenes aun laceran nuestras retinas.

ESPIRAL FINAL
En adaptar a los días del fascismo una de las obras del Marques de Sade, Pasolini, en la que seria su ultima cinta, arroja varias conclusiones si no inequívocas, al menos clarificadoras respecto a su estado mental -probablemente alienado del todo- en esos años. Mas allá de la negación a sus conocidas ideas políticas; revela el desencanto genuino y devastador del Italiano para con la condición humana, para la cual la idea de redención, tan clásica tanto en el imaginario católico en general, como el ideario personal de Pasolini; acá en cambio le esta absolutamente negada, por no decir en total contradicción del resto de su obra, la cual si nunca fue abiertamente optimista -si no mas bien trágica- alguna vez dejo abierta una puerta para la fe, las convicciones y la esperanza. Salo es la culminación de el viaje de un soñador lleno de contradicciones, y como tal es la consumación de todas las utopías "gone awry". En toda la intensidad que prodigo en su vida, el italiano también toco el fondo de la desesperación, y es ese viaje, feroz y violento es también el de toda la sociedad (por no mal llamarla civilización o humanidad)
Como decia el gran Hector Soto años atras: Los 15 años que separan el tono esperanzador de su primera película "Accatone" (1961) del tono apocalíptico de "Salo" (1975) permite comparar el cuerpo de creencias y afirmaciones de un artista en dos determinados momentos de su vida. No deja de ser conmovedor, ver como en ese breve lapso, tanto sus convicciones, como su obra y vida caminarían de la mano hacia un callejón sin salida. En el arco que cubren estas dos cintas, Pasolini partió creyendo en un mundo mejor para terminar huyendo de uno peor.
"Salo", en la actualidad, no solo remueve conciencias y estómagos en sus dos horas de duración (parecieran muchas mas) si no que mutila toda visión complaciente del vértigo que implica eso que se ha dado llamar ser humano, y nos invita a presenciar la debacle de un creyente viendo como sus sueños caen frente a el, como testigo activo pero despojado de toda esperanza. Y quizás esta sea la lectura más humanista que se pueda hacer de esta cinta aparentemente monstruosa, en cuanto refleja esta emoción común -pero no por eso menos dolorosa- a todos los hombres: La perdida de la inocencia.
Pasolini algo supo de estas cosas, pues a pesar de lo corto de su vida, en la intensidad y convicción que prodigo en todas las disciplinas que practico (que no fueron pocas) y en sus deseos incorruptibles de cambiar el mundo, llego en vida a ser humano. Y en su muerte y desencanto final, tal vez demasiado humano.
ACERCA DE LAS ADICCIONES... O DEL CINE Y SUS LIMITACIONES

Es curioso que entre los temas mas frecuentes del ultimo tiempo, las cintas actuales han tendido ha poner el tema de la drogadiccion entre sus favoritos. Con menores o mayores dosis de talento, inteligencia y audacia, el cine de los 90’s salio del tema de los gangsters de la droga y se sumergio en la experiencia mas subjetiva del adicto mismo, algo a lo que historicamente Hollywood no ha sido muy cercano y en el que su exponente mas tempranero seria esa pelicula de Sinatra ( en su major papel por lo demas) "El hombre del brazo de mimbre" acerca de la adiccion a la heroina.
Es curioso por que quizas sean poco los temas que se presten mas para la metaforizacion y que presenten una dinamica dramatica mas emotiva y matematica que la de las adicciones. Insolito cuando uno piensa que la cinefilia es mas alla de un fetichismo una adiccion en si misma. Siendo que el posmodernismo nos ha privilegiado con una sensibilidad autorreferente, aun no ha aparecido cineasta alguno que haya explorado con agudeza este tema de profundos alcances.
Y con la adiccion me refiero no solo a las que son del tipo farmacologicas o las ilegales o condenadas socialmente, la adiccion en si misma es un fenomeno de incalculables aristas metafisicas que hablan tanto del individuo como de su sociedad, no tanto en lo que se refiere a lo civico como a lo ontologico, las necesidades y sus dinamicas son de por si el motor que mueve y ha movido a la dramaturgia clasica: El efecto lirico que supone una necesidad que no puede ser pospuesta (la unica manera real de medir el deseo) solo aumenta de manera proporcional el poder de tal representacion.
Despues de decadas de filmes condenatorios y simplistas, el tema de la drogadiccion paso a ser un tabu mas junto al sexo, cayendo en banalizacion burda o cintas de ensayo y vanguardia. En los 70 y 80 se vio un regreso a las proximidades de este fenomeno, sobre todo la vida del traficante ya sea glorificado o utilizado como elemento ejemplificador moral, de alli salieron muchas y hasta grandes peliculas, pero ninguna en definitiva se atrevio a tratar el tema en cuestion de manera profunda, tal vez por que la adiccion es un proceso interior (reflexivo) mientras que el trafico es uno activo: El cine tiende mejor a demostrar la accion que la reflexion y por lo tanto hay elementos cinematograficos que a su vez han atentado con buscar nuevas formas de expresion visual de dicho flagelo.
No hay tal vez tema mas ductil y a la vez inasible que este. Ductil por que sus conductas son aplicables y asimilables grandes porciones de nuestra vida diaria que no procesamos como tal. Inasible entre otras cosas -si esta no bastara- en la falta de originalidad de las metaforas ocupadas, entre ellas la mas facil y sobreusada: La TV.
Los ejemplos mas paradigmaticos podrian ser dos cintas que han tratado de forma seria de entretejer nuevos enfoques y reflexiones que nos lleven entender esta conducta y todos sus ejes anexos: "Traffic" y "Requiem for a dream"
La primera con un cierto tufillo a deber civico y con simplificaciones que solo Hollywood se permite y que el el mundo percibe como veracidad documental. La segunda no es mas que un catalogo de efectismos visuales para una cinta que al parecer fue redactada en alguna convencion republicana ultra reaccionaria.
Ambas como cintas son interesantes, validas, pero no exhentas de defectos conceptuales mayusculos.
Aparte de favorecer a una caricaturizacion que una representacion, la premiada cinta de Sorderberghno cesa en un racismo -espero-involuntario, donde los malos nunca son blancos, si no que al menos tienen un tono etnico. Pero sobre todo carece de punto de vista, tiene tres, pero no queda ninguno. Por todo lo que tiene de valorable en cuanto a comprender el contexto mayor en que se maneja el trafico mundial, por mas que se agradezca el tono sobrio, donde se desdibujan los limites entre malos y buenos, Traffic es una cinta no solo fallida, sino que si comparada con la serie que la inspiro, la miniserie de la BBC "TRAFFIK" es un pie de pagina. En aquella miniserie hay profundidades y tonos de gris que Soderbergh aun no maneja. Por mas que sea un cienasta talentoso y la niña linda de los criticos americanos, esta lejos de los grandes cienastas, aun le falta punto de vista.
"Requiem para un sueño" se hunde en su supuesta originalidad y transgression que no es mas que un discurso moralista disfrazado de mal video clip. De Nuevo aca se recurre al viejo cliché de comparar a la TV y las drogas, valido y hasta correcto pero nunca novedoso, menos aun como lo propone Aranofsky, donde sus personajes son maquetas de una adiccion que el ve como gran revelacion y que no son mas que la repeticion de modelos ya masticados y que apestan a prefabricado y a una predisposicion que lo convierte en el cineasta mas manipulador y simplista del momento. Por todo lo que ofrece de orgia visual y retorica oscura, su cinta debiera ser clasificada para la estanteria de productos de propaganda de gobierno.
que otras peliculas se han acercado a este tema con claridad y compasion?
Investigare.... para eso estamos.
Toda mi vida me la he pasado viendo peliculas de todo tipo, buenas, malas, raras, entretenidas, lentas, europeas, asiaticas, yanquis, etecetera. Todo tipo de cine ha pasado frente a mis ojos, desde lo mas denso a lo mas profano y en este blog hare precisamente lo que mas me gusta: hablar de cine.
No desde el dogmatismo, ni el falso academicismo de cinefilo de olla a presion. Mi cinismo y eclecticismo me previene de tales falsos alardes. Aca manda la guata y el corazon. Asi que dejo abierta esta ventana, para hablar y polemizar acerca de eso que tanto nos gusta: Las peliculas.